El aceite de salmón es una buena manera de mejorar la calidad de la dieta de tu perro. Es rico en ácidos grasos omega-3 y omega-6. Estos ácidos son de cadena larga, lo que significa que contienen 20 o más átomos de carbono y esto se refleja en la salud de tu perro así:
Fortaleciendo el sistema inmunológico.
Cuidando la salud del corazón.
Aportando propiedades antiinflamatorias.
Manteniendo la piel y el pelo sanos.
Ayudando a mejorar la función cognitiva.
Disminuyendo el desarrollo de alergias cutáneas.
Acelerando la cicatrización de las heridas.
Mejorando la palatabilidad de las comidas.
Manteniendo las articulaciones flexibles gracias a la producción de colágeno
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